Comunidad Ufológica

Mariano Melgar y el aterrizaje OVNI en Muñico Avila

Verano 1938

Mariano Melgar nació en 1931, natural de Madrid, pero por circunstancias de la vida vivió en Muñico Avila fontanero de profesión  a los 6 o 7 años una tarde de verano, cuidaba de las vacas de sus familiares, ya que convivía con unos parientes, sus padres le habían mandado con los parientes, ya que estaba la guerra la contienda.

Era una calurosa mañana de verano, a eso de las doce, salió del pueblo en dirección a un monte próximo, situado a dos o tres kilómetros de Muñico, el conocía bien el lugar y sabía que las vacas podrían pastar tranquilamente por el prado. Cerca del bosque donde nace un manantial de agua fresca y muy transparente.

Llego al bosque y se sentó entre los árboles, mientras podía disfrutar de las vistas y de cómo las vacas estaban disfrutando mientras pastaban, de repente empezó a escuchar un zumbido que atronaba sus oídos. Miro al cielo y entre ese cielo despejado y azulado vio una especie de destello que destaco mucho entre la luz del día y entre ese cielo azulado.

Le llamo la atención haciéndose pensar de qué se trataría ese destello. De repente comprendió que se trataba de un aparato redondo, que lanzaba como destellos como de color plata. Este aparato bajo muy cerca del bosque y se posó en la tierra, Mariano como un niño intrigado por lo que estaba sucediendo se escondió entre el tronco de uno de los árboles y comenzó a espiar el aparato al posarse en el suelo dejo de emitir ese extraño zumbido.

 Él se preguntaba en su interior que sería lo que estaba viendo, el aparato era  redondo de unos 15 o 20 metros de diámetro y con una pequeña cúpula en la parte superior por debajo del aparato vio como habían aparecido como unas tres o cuatro patas, aquel objeto llevaba como unas luces de colores a su alrededor, concretamente en el borde más ancho, dichas luces se encendían y se apagaban continuamente. Él aparato era de color como el aluminio, mariano lo pudo contemplar muy bien, ya que estaba como a unos 30 metros, observo como unas ventanas completamente redondas.

De repente se abrió como una puerta que media aproximadamente 2 

metros por otros 2 de anchura, la puerta era como la de un ascensor, al mismo tiempo que esta puerta se abría, apareció como una especie de rampa, como en cuña de dos metros de longitud. La rampa quedó a un palmo del suelo y se hizo un silencio total, de repente vio aparecer de la puerta a un “hombre” después salió detrás un segundo individuo y luego un tercero. Los dos primeros caminaron a unos pocos metros de la nave mientras que el tercero que era un poco más bajo se quedó en la puerta. Los dos primeros estaban como recogiendo algo del terreno el testigo no sabía decir si tierra o plantas, pero si que andaban recolectando por la zona, uno de ellos arrodillado en el suelo llevaban algo en las manos, quizá fuese un saco o algo similar para guardar las muestras.

Mariano seguía mirando escondido y al ser un niño pues la curiosidad le pudo y se intentó acercar a los humanoides no ando casi ni 5 metros cuando el humanoide que se quedó en la puerta le lanzo un destello que casi lo tira de espaldas, aquello le asusto y retrocedió hasta los árboles, los humanoides seguían con su faena recolectando, hablando entre sí pero con unas palabras que no comprendía.

De nuevo mariano intento acercarse al aparato por segunda vez, pero el que vigilaba desde la puerta volvió a repetir ese destello y Mariano se quedó quieto. Esta vez le hizo daño en los ojos, el humanoide que le lanzo el destello lo hacía con algún tipo de aparato que llevaba en la mano o en la muñeca derecha.

Estaba claro que ese humanoide n quería que mariano se acercase y así fue.

A los 15 o 20 minutos aproximados los que estaban recolectando muestras del terreno se volvieron al aparato, caminaban muy despacio y con ciertas dificultades, los movimientos muy similares cuando los astronautas caminan por la superficie lunar, una similitud .Uno de ellos le hizo un típico saludo como de despedida a Mariano, mariano entro en miedo y se ocultó entre unos matorrales, ya que pensaba que esos seres le iban a hacer daño o a matarlo.

Una vez los seres habían entrado en el interior, la rampa se recogió y acto seguido se cerró la puerta, entonces el aparato empezó a subir como a unos 50 o 100 metros mientras giraba sobre sí mismo  y por la zona de abajo se le veían muchas luces de colores, después se alejó y se dirigió dirección al pueblo Barco de Avila.

Para el niño el objeto fue asociado  entonces a los aviones del dictador franco., pero los pilotos le parecieron bastante extraños, en la entrevista que le hizo J.J Benítez 40 años más tarde dijo que <<Hoy sé que aquello no tenía ninguna relación con nuestra guerra>>

Los humanoides vestían igual,. Llevaban  una especie de escafandra o mascara, casi cuadrada, con una pequeña antena en lo alto de la cabeza. Sus trajes parecían de una sola pieza y del color como plateado, como el de la plata, pero algo más oscuros. Los pantalones estaban recogidos dentro de unas botas, a la altura de las espinillas. Tenían cierta semejanza como los bombachos, aunque menos acusados. Las botas la plataforma era enorme, con el mismo color que el traje, también llevaban una especie de guantes cubriendo las manos, y en la cintura tenían una especie de cinto más ancho de lo normal con algo <<raro>> en el centro.

Si pudo notar el abultamiento de la nariz y como la zona redondeada a los lados de la cabeza justo por la zona de las orejas, la cara no pudo observarla ya que como dijo tenían una especie de escafandra o mascara.

En la zona de la espalda llevaban otra antena la cual él no sabía de donde salía, la forma de hablar el no entendía nada y decía que era como un <<gugluteo>>… que no entendió nada.

El testigo decía <<Me quede muy asustado. Estábamos en plena guerra civil y , pensé que podría tratarse de aviadores…>>

Mariano se lo conto a su primo, pero el asunto quedo en el olvido.

Mariano volvió al lugar a los días y naturalmente inspecciono la zona llegando a observar como un círculo de hierba que parecía como quemado, justo en el mismo lugar donde se había posado el aparato.