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TRAS EL SUCESO, DEJÓ DE COMER DURANTE OCHO DÍAS Y PERDIÓ LA MEMORIA
Willy Rodríguez, emblemático restaurador zamorano, fue testigo de un encuentro con un ser no humano, en el año 1974, en Granja de Moreruela, cuando estaba pescando

El día 28 de mayo de 1974 un conocido hostelero de Zamora, Guillermo Rodríguez Riesco, más conocido como Willy Rodríguez, seria testigo de un encuentro en la tercera fase, que es como se denomina a los sucesos de las personas que han visto a estos seres fuera de las naves.
Llevaba desde de principios del año 2012 intentando d

ar con este maravilloso testigo y es hoy, en el mes de diciembre del 2013, cuando he conseguido conocerlo en persona y poder escuchar su testimonio. Willy es muy amable y muy sincero, él no duda en contar su caso a toda persona que quiera escucharlo. Guillermo ha sido entrevistado por diferentes investigadores,

como J.J Benítez, conocido por el bestseller Caballo de Troya y también por su pasión e investigación de los ovnis en España,
recorriendo centenares de kilómetros tras los no identificados; también nuestro paisano Federico Acosta Noriega, juez zamorano
que dedicó parte de su vida a la investigación del fenómeno ovni. Federico Acosta es autor del libro
Ovnis sobre Zamora, que se puede comprar en la librería Semuret y que también está disponible en la Biblioteca Pública de Zamora. En

el año 2012, el caso le intereso a Íker Jiménez, de Cuarto Milenio, que invitó a Guillermo a que contara su historia. Estos son algunos
investigadores, pero hay muchas más personas, como es mi caso, que podemos difundir de nuevo esta historia y que no dejarla en el olvido.
Situándonos en el tiempo, este suceso ocurrió en primavera, un día en el que Willy se fue a pescar con un primo suyo, Juan, comandante del Ejército de Tierra, al Monasterio de Moreruela, justo detrás se encuentra el río.

Juan se quedó como a kilómetro y medio
de distancia de donde Willy decidió tirar sus varadas. Alrededor de la 1:30 pm, después de estar un tiempo pescando, los perros que acompañaban a Willy, canes muy tranquilos: Chiquitín y Pluto, empezaron a comportarse de una forma muy extraña, pegando brincos y ladrando. Willy se sorprendió por el comportamiento extraño de sus perros, ya que, como me comentó, jamás los vio tan alborotados como aquel día.
Willy se levantó de su asiento y miró rápido a su alrededor, presentía que pasaba algo. Entonces, cuando se dio la vuelta, se
llevó el susto de su vida, cuando vio una especie de humanoide de unos dos metros de altura, que cubría su cabeza con una escafandra

que brillaba mucho, ya que el sol se reflejaba en él. Willy me dijo que era como “si estuviese desnudo, pero con una ropa
muy ajustada, como si algo lo envolviese de forma extraña”. Dato muy interesante, pues me recuerda
a otros casos ocurridos a lo largo de todo el mundo.
Se encontraba a unos 150 metros de aquel humanoide, que lo miró y notó que dejó de escuchar durante unos instantes, mientras
sus perros seguían alborotados, sin dejar de ladrar, con los pelos de punta. Willy se sentía como si se encontrase vacío por dentro, como si perdiese el sentido y la orientación del tiempo, cuando, de repente reaccionó y mandó a sus perros ir a por ese ser. Los canes se acercaron
y, al llegar a unos pocos centímetros de ese ser extraterrestre, este empezó a levitar del suelo hasta unos cuarenta centímetros y desapareció
flotando hasta arriba de la ladera.
Ahí se le perdió la pista. Willy, al ver la huida del ser, no notó que llevase nada en su espalda que le ayudara a flotar y desaparecer.
Llamó a los perros, que seguían ladrando y dando brincos, pues notaba que estaba fuera de sí. Recogió las cañas y el barbo de unos tres kilos que había pescado y se marchó hasta donde se encontraba su primo pescando. Juan, no muy lejos, no fue testigo de este encuentro en la tercera fase; pero se extrañó de ver a su primo tan pronto y lo notó algo raro.

Willy no se notaba bien en ese momento, me comentó, no se sentía en su sitio. Como si nada hubiese pasado, Willy llegó a Zamora, se ducho, se fue al bar y siguió con su vida; pero algo no encajaba en su forma de ser: estuvo como diez días sin comer y con un comportamiento preocupante, al igual que sus perros, como atontado y sin comer bien. Su mujer, ante esta actitud, se empezó a inquietar y Willy respondía
que no sabía lo que le pasaba.

Pasaron los días y, sin saberlo, saberlo, Willy perdió la memoria, como si ese ser borrase de su cabeza ese encuentro. Pero nuestro protagonista, al contrario, acabó recordando todo lo sucedido. Entonces, le contó a sus familiares y amigos

lo sucedido. Al principio, la gente no lo creía y se pensaba que bromeaba; pero su reacción y la de sus canes, al final, acabaron haciendo que se creyera su historia.
Al poco tiempo de haber recuperado la memoria, reunió a sus hermanos para ir a pescar a mismo lugar donde él conoció a ese humanoide de otro mundo. Nuestro personaje fue preparado con una cámara fotográfica, para ver si encontraba algo. Iba contento, pero con algo de miedo.
Esperaba encontrar alguna huella de aquel ovni en el que debió bajar ese ser. No encontraron ni huellas ni marcas chamuscadas del descenso de un ovni, y se volvió con una gran decepción.
Esta es la historia de Willy Rodríguez, un hostelero zamorano, que afirma que un ser extraterrestre pisó tierra zamorana en los años 70. Personalmente, creo que esta historia es auténtica y es digna de contar y de difundir, por eso también he entrevistado para Ufoleaks a Willy Rodríguez y en él podréis escuchar, de su propia boca, su historia. Todo esto en www.ovnispain.com o en ivoox.
A lo largo de la historia, nos hemos encontrados con muchos casos como el de Willy Rodríguez. Hay centenares de testimonios
que afirman haber visto a estos seres. El problema está en que muchos medios de comunicación no quieren informarlo ¿Por qué?es muy sencillo: hay un enorme interés por ocultar el fenómeno extraterrestre. El día que salga a la luz la verdad, nuestro sistemacaerá por completo.Si quieres contarnos tu caso, puedes contactar conmigo en: nandomdb@hotmail.com.

Fuente:Encuentro en la tercera fase en Zamora El Dia de Zamora