Hace años por mención de un vecino de Castronuño pueblo de Valladolid, limítrofe con Zamora me llego la noticia de un señor que afirmaba ver lo que el denominaba “Los Hombres Chopo” la cosa quedo ahí, años más tarde la noticia salió en un programa de televisión, pasaron los años y es cuando junto a mi buen amigo Miguel Ángel Moyano nos desplazamos en diciembre de 2024 hasta la localidad de Castronuño, para conocer al testigo. Tengo que agradecer al alcalde de la localidad por decirme donde se encontraba César Gómez Cea un humilde señor que trabajo de pastor y también fue trabajador de la azucarera de Toro.
Su historia transcurre en el año 1985 , en uno de esos días donde Cesar se encontraba trabajando cuidando el rebaño de ovejas, un oficio que hoy en día se ha perdido. Todo ocurrio sobre las 10 de la mañana, cuando Cesar se acerca a una balsa del señor cabezudo, en ese momento se encontraba acompañado de un perro y de las ovejas .
De repente a lo lejos como a unos 500 metros de el ve tres seres altos que podían medir 3 metros de altura, el color de la piel de estos extraños humanoides era como marrón, tenían unos brazos y manos enormes, lo primero que piensa Cesar en ese momento es que son 3 chopos, de ahí el nombre de <<Los Hombres chopo>> estos seres llevaban una vestimenta marrón como de cuero con unas botas grandes del mismo color, su cuerpo es delgado.
Estos extraños seres se acercaron hasta el lugar donde se encontraba Cesar y es cuando comenzaron a hablar con él, nos relataba Cesar que movían los labios para habla, estos humanoides le dieron detalles de su vida, lo sabían todo, los mensajes fueron tan personales que cesar hasta el día de hoy no lo ha compartido con nadie, solo nos comento que esos seres le dieron detalles del futuro que le esperaba incluyendo que sus hijos llegarían a trabajar en un bar.
Después de hablar unos minutos con él, estos seres desaparecieron y fue en ese momento cuando Cesar se desvaneció. Cuando reobro el conocimiento, cerco al ganado y se marcho hacia la casa del jefe, que se encuentra a unos cuantos metros del lugar del suceso, Cesar le conto lo sucedido y el capataz nunca lo creyó.
Algo muy curioso y que se repite mucho en la casuística de encuentros con estos seres es que no sintió en ningún momento miedo, también sobre el terreno estos humanoides no dejaron ningún tipo de huella, en la entrevista nos afirma que hoyen dia sigue manteniendo contacto. Dicho contacto siempre sucede en el campo, la última vez que los vio fue cuando se encontraba recolectando setas.
Aparte de esta experiencia Cesar afirma que un día viniendo de trabajar de la azucarera de Toro sobre las 6 de la madrugada vio como un artefacto amarillo, grande, el cual le persiguió hasta llegar a la presa de Castronuño donde ahí se perdió.
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